Un reciente informe denominado ‘The Role of Ecosystems in Insurance’, de Boston Consulting Group realizado con la ayuda de Morgan Stanley Research profundiza en el concepto de Ecosistema digital donde la aparición de “ecosistemas” podría amenazar a las aseguradoras a lo largo de la cadena de valor. Se vislumbran a través del mencionado informe tres tipos de modelos de ecosistemas emergentes, en muchos casos impulsados por nuevos participantes habilitados por la tecnología: Segmento de uno: Entrega de ofertas personalizadas basadas en un conocimiento profundo del cliente. One-Stop-Shop: un amplio conjunto de servicios que se ofrecen en torno a un conjunto integrado de necesidades del cliente. Objeto conectado: propuestas de monitoreo en tiempo real en torno a objetos de riesgo clave.
Este nuevo paradigma rompe con los modelos tradicionales de posicionamiento, venta y distribución del mundo asegurador donde están compitiendo compañías tradicionales con modelos tradicionales, especialmente en el ramo Vida donde tenemos casi el 50% de las primas emitidas en el mercado español.
El ecosistema integral: La Tecnología como palanca transformadora para el impulso del seguro de Vida.
Visto el escenario anterior, y centrándonos en el seguro de vida, este debe evolucionar, dejar de ser percibido como un producto puramente transaccional. Ninguna de las amenazas que muestran los ecosistemas digitales mencionadas anteriormente deben de ser ajenas a las entidades aseguradoras del ramo Vida, y deben hacer suyas las acciones para embeberlas en sus estructuras internas con la ayuda y el soporte del habilitador tecnológico, priorizando las ofertas de su porfolio en función de su estrategia y capacidades.
Su proceso de transformación digital debe ir acompañado de un adecuado modelo de transformación del modelo operativo apostando por la innovación, pero sin perder el norte de su esencia como compañía, así como estar abiertas a alianzas estratégicas para hacer realidad estos cambios. Es por ello pacífico para todo el sector la necesidad de esta importante transformación, ante la que todas las entidades aseguradoras han de sumarse si no quieren ver restada su competitividad y por ello su supervivencia. No solo se trata de inversión en determinadas herramientas, las empresas han de ser capaces de hacer un análisis del estado de la organización, revisando los procesos en toda la cadena de valor, identificando los puntos fuertes, las áreas de mejora, así como el temido ‘legacy’ (tecnología desactualizada).
Se debe de partir de la elaboración de un plan estratégico del negocio del ramo Vida donde una de las partes fundamentales sea el plan estratégico de sistemas, el cual debe de adaptarse a las necesidades, objetivos y la realidad del negocio. Solo así una compañía se trasforma realmente y consigue impulsar su negocio gracias a la tecnología. Un ecosistema integral tecnológico dentro de una compañía aseguradora nos va a proporcionar las capacidades necesarias para tener la sostenibilidad y crecimiento que como compañía aseguradora son necesarias, máxime en este ramo que tanto camino queda por recorrer en este sentido y donde esta innovación se encuentra todavía en estado incipiente.
Este ecosistema tecnológico de la entidad debe contemplar componentes modulares que cubran la cadena de valor completa en relación a la creación y definición de manera ágil y flexible de productos del ramo vida, (riesgo, ahorro, rentas, unit link, colectivos…), teniendo una plataforma de distribución omnicanal colocando al cliente en el centro, basada en la automatización del proceso del estudio del riesgo de subscripción y con una plataforma back end de última tecnología que permite gestionar de forma también automatizada los procesos y operaciones propios del ramo.
Estos componentes deben de poder ser intercambiables, interconectables (mundo de la Apificación), basado en estándares, que nos permita compartir el ecosistema bien con soluciones ya existentes en la entidad, bien con soluciones que puedan venir de terceros (proveedores mencionados de los ecosistemas digitales) o bien con los reguladores.
El uso de las nuevas tecnologías incumbentes como la IA o el análisis de datos avanzado al servicio de la eficiencia en los procesos de migración de cartera entre otros completarán la plenitud del ecosistema tecnológico interno de la entidad.