“Las aseguradoras deben evolucionar hacia modelos más centrados en el cliente, priorizando la personalización y la accesibilidad. Siendo conocedores de las tendencias y el dolor de la industria, las compañías deben enfocarse en integrar soluciones diseñadas específicamente para satisfacer las necesidades del cliente. Esto no solo mejorará su experiencia, sino que también impulsará el crecimiento del sector”. Carlos Andrés Henríquez Sosa, CEO, Blackfin Corp.
En la actualidad, los datos son fundamentales para la toma de decisiones estratégicas en cualquier sector y, la industria aseguradora no es la excepción. La capacidad de interpretar correctamente la información puede marcar la diferencia entre adaptarse al cambio o quedar rezagado. En este contexto, resulta esencial profundizar en el “Informe del mercado de América Latina de noviembre de 2024: el crecimiento se desacelerará a medida que aumentan los riesgos globales” elaborado por Swiss Re. Este informe proporciona un análisis detallado de las tendencias económicas que se avecinan y sus posibles repercusiones en la región.
Al revisar los hallazgos que aporta el estudio, se destaca que, aunque se proyecta un crecimiento del producto interno bruto (PIB) real de América Latina del 2,2% para 2025, es igualmente importante evaluar cómo estas proyecciones impactan directamente a la industria aseguradora. En particular, el enfoque en el mercado mexicano revela tanto desafíos como oportunidades. Esta reflexión invita a considerar la importancia de prepararse para los cambios inminentes y a explorar las estrategias que pueden fortalecer la resiliencia del sector asegurador en un panorama económico incierto.
Crecimiento del mercado asegurador
A pesar de estos desafíos, tengo la esperanza de que el sector asegurador en América Latina muestre un crecimiento significativo. Se espera que las primas totales de seguros crezcan un 3,8% en términos reales en 2025, tras un sólido desempeño del 7,6% en 2024. Este crecimiento se ha visto impulsado por las duras condiciones del mercado, especialmente en los ramos de no vida, y por tasas de interés más altas en productos de vida con componentes de ahorro.
Prevemos que el crecimiento de las primas de Vida y Salud se desacelere a un 4,0% en 2025, mientras que las primas de seguros generales se espera que
crezcan un 3,3%. A pesar de esta desaceleración, las brechas de protección siguen siendo significativas, alcanzando un total de 151 mil millones de dólares en términos de primas equivalentes en 2023. Es evidente que hay un impulso regulatorio en la región que fomenta la adopción de seguros abiertos, lo que podría mejorar la asequibilidad y ampliar la base asegurada.
Riesgos en el sector asegurador
Al reflexionar sobre el panorama actual del mercado asegurador en América Latina, presente en el informe, observo que habrá un aumento notable en los riesgos de precios. El índice muestra que los seguros comerciales han crecido un 3%, impulsado principalmente por los seguros de automóviles y propiedades. Este incremento se debe a la mayor frecuencia de siniestros y a los altos costos de reparación, lo que impacta directamente en las primas que los asegurados deben pagar.
Además, la volatilidad del tipo de cambio y el aumento de los costos médicos son factores que complican aún más la situación. Estos elementos no solo afectan a las aseguradoras, sino que también generan incertidumbre para los consumidores, quienes podrían enfrentar un incremento en sus costos de cobertura.
En este escenario, es crucial que tanto las compañías de seguros como los asegurados se preparen para afrontar estos desafíos. Adaptarse a estas nuevas realidades será fundamental para asegurar la estabilidad del mercado y la protección adecuada de los bienes y la salud de la población. Con una estrategia en la integración de soluciones tecnológicas bien definidas, podemos enfrentar estos tiempos inciertos y construir un futuro más resiliente.
“Las aseguradoras deben evolucionar hacia modelos más centrados en el cliente, priorizando la personalización y la accesibilidad. Siendo conocedores de las tendencias y el dolor de la industria, las compañías deben enfocarse en integrar soluciones diseñadas específicamente para satisfacer las necesidades del cliente. Esto no solo mejorará su experiencia, sino que también impulsará el crecimiento del sector.”
En conclusión, las perspectivas para la industria aseguradora en América Latina son, sin duda, prometedoras. A medida que enfrentamos un entorno económico complejo, es imperativo que adoptemos un enfoque proactivo y estratégico. La integración de tecnologías avanzadas y la orientación hacia el cliente no solo son necesarias, sino que son fundamentales para asegurar el crecimiento sostenible de nuestro sector.
A medida que nos adentramos en 2025, es fundamental que el sector asegurador adopte tendencias como la telemática y el uso de plataformas digitales interactivas, entre otras. Estas herramientas no solo optimizan la gestión de riesgos, sino que también permiten a las aseguradoras adaptar sus ofertas de manera proactiva a las necesidades cambiantes de los consumidores. La capacidad de analizar datos en tiempo real, también transformará nuestra relación con los clientes, haciéndola más dinámica y centrada en su realidad. Al hacerlo, no solo mejoraremos la competitividad de nuestras empresas, sino que también fortaleceremos la confianza de los consumidores en los productos que ofrecemos.
Estoy convencido de que, con una visión clara y un compromiso firme hacia la transformación digital, podemos posicionar a la industria aseguradora como un pilar clave del desarrollo económico en nuestra región, contribuyendo así a un futuro más seguro y próspero para todos.