El envejecimiento de la población exigirá la prestación de servicios cada vez “más especializados” y profesionalizados en el marco de una economía de los cuidados impulsada por la iniciativa público-privada y que generará hasta 100 millones de puestos de trabajo en el sector en Europa hasta el año 2050.
Así se puso de manifiesto en el transcurso del diálogo sobre los ‘Retos de la Silver Economy para el bienestar de los séniors’, celebrado en la agencia de noticias Servimedia con el apoyo de onLygal y MDS Silver y en el que participaron el director general de onLygal, Luis Cuervo; el director de MDS Silver, Juan Carlos Alcaide; la directora de la Fundación Mutua de Propietarios, Cristina Pallás; el ex director general del Imserso César Antón; y la presidenta del Observatorio del Emprendimiento de España, Ana Fernández.
Durante su intervención, César Antón hizo hincapié en el surgimiento de una economía de los cuidados que, a su juicio, “además de ser sensible y profesionalizada, puede generar mucha actividad económica y empleo”, convencido de que, “al final, cuidar a las personas se hace con personas”.
En este contexto, subrayó la importancia de “formar y preparar” a los profesionales del sector, pero también de “regular bien” así como “saber que se va a necesitar, por la evolución de la población, ese empleo profesionalizado de los cuidados”, que, dijo, “no lo puede hacer solo lo público”.
A este respecto, se mostró convencido de que ese nuevo modelo de cuidados “despertará”, pese a que necesitará “un empujón” de la iniciativa pública pero también del concurso de la inversión privada.
“No cabe duda de que nuevos modelos de cuidados, con el cambio generacional de los que estamos a las puertas, tienen que empezar a regularse y necesitarán empuje desde la actividad pública y luego, con la decisión de los que lo queramos, inversión”, apostilló.
En la misma línea, urgió a “realizar adaptaciones” en el actual modelo para atender al “nuevo perfil de personas” que quieren “otro tipo de cuidados” en su entorno, porque, entre otras cuestiones, saben cómo “cuidarse mejor”.
PROFESIONALIZAR LOS CUIDADOS
En este sentido, Juan Carlos Alcaide explicó que, “entre vivir en casa y vivir en la residencia, hay otros modelos”, en referencia a la posibilidad de “vivir en otra casa con gente como tú, socializando y compartiendo gastos, para compartir bienestar y disfrutar de unos servicios médicos, de fisioterapia, pero también de placer, de un campo de pádel o de golf de cualesquiera deporte que tú quieras hacer”.
En paralelo, también reivindicó la necesidad de “profesionalizar los cuidados con formación” así como de “planificar”, dado que, a su entender, el del sector de los cuidados “no puede ser un crecimiento silvestre”.
Tras incidir en que, según la UE, antes de 2050 se crearán en torno a 100 millones de puestos de trabajo en Europa en el sector de los cuidados, lo cual, dijo, “no es cosa menor”, el experto advirtió de que a la sociedad del bienestar “se le están reventando las costuras”, consciente de que “no todo el mundo puede y no todo el mundo va a poder pagar en el futuro los cuidados”.
PLANIFICACIÓN
“Hay que abordar de una forma fría y calculada, con planificación, cómo hacer compatibles los cuidados formales y los cuidados informales por parte de la familia”, agregó.
Asimismo, hizo hincapié en el “papel absolutamente fundamental” que, a su entender, debe jugar la tecnología en este cambio de paradigma, “para poder hacer telemedicina, para que un asistente social dé cobertura sin que nadie se desplace”.
Por su parte, Luis Cuervo coincidió con ambos en que la colaboración público privada es “absolutamente necesaria” en este ámbito, teniendo en cuenta, además, que el crecimiento de la población derivará en la necesidad de contar con “unos servicios más especializados”.
ACTIVIDAD ECONÓMICA BRUTAL
“Y eso va a generar una industria, por decirlo de alguna manera, y una actividad económica brutal”, añadió, convencido de la urgencia de “regularlo” y, sobre todo, contar con “mucha anticipación y mirar con visión a largo plazo todos los actores del mercado, tanto el Estado como la empresa privada”.
Por último, admitió que estas crecientes necesidades no las va a resolver la inteligencia artificial y que la provisión de los cuidados necesarios para atender a una población cada vez más envejecida “va a ser un tema de personas”.
“Hay que tenerlo claro: la tecnología nos ayudará, pero esto es un tema de personas, de personas para personas”, concluyó.