Por Luis Navas, CEO de Conexia
La transformación digital es un fenómeno de avance continuo que incide transversalmente en las organizaciones de la salud. Especialmente en las aseguradoras, donde registra resultados muy alentadores en términos de optimización y mejora de procesos, y en particular en la reducción de costos y el aumento en la calidad del servicio.
Estamos viviendo una época de profundos cambios que están modificando para siempre a cada uno de los actores que forman parte del sistema sanitario.
La creciente automatización y digitalización de procesos, junto a la incorporación de la inteligencia artificial, nos ofrecen capacidades de gestión hasta hace algunos años impensadas.
Los avances tecnológicos actuales permiten mejorar diagnósticos, tratamientos y niveles de atención a los pacientes. También aportan las capacidades necesarias para reforzar los enfoques preventivos. Además ofrecen la oportunidad de optimizar la labor de los médicos, permitiéndoles centrar su tiempo y esfuerzo en lo que mejor saben hacer, al facilitarles la realización de tareas administrativas.
En simultáneo, las personas también comienzan a exigir nuevas maneras de comunicarse con sus prestadores de salud y acceder a la información y la atención médica.
Esta combinación de factores interpela y desafía a las aseguradoras de salud, generando la necesidad de actualizarse tecnológicamente en forma constante.
Impactos positivos de la tecnología en el ámbito de la salud
La tecnología puede mejorar la prestación de sus servicios a las aseguradoras de salud de diversas maneras. Entre ellas, podemos destacar las siguientes:
1) Los sistemas de información médica y los registros electrónicos de salud facilitan la recopilación, almacenamiento e intercambio de información de los pacientes entre los diferentes proveedores de atención médica:
● mejorando la coordinación entre todos los actores del sistema,
● evitando duplicaciones innecesarias,
● agilizando los procesos administrativos.
Además, la tecnología permite la comunicación rápida y segura entre médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud, facilitando la colaboración y toma de decisiones.
Gestionando bien la información, se logran mejorar los resultados médicos y -al mismo tiempo- reducir los costos y las reinternaciones. Aportando, además, un impacto significativo en la toma de decisiones, en la seguridad de la información y la privacidad del paciente, en la eficiencia, y en la coordinación y la calidad de la atención.
Los flujos de información son un factor de gran impacto en la salud de los pacientes, que no es suficientemente valorado.
2) La transformación digital permite automatizar tareas y procesos que insumen mucho tiempo y esfuerzo, simplificando la gestión administrativa y reduciendo errores. Por ejemplo, la reserva de turnos, los recordatorios automáticos de citas médicas, la facturación y el procesamiento de seguros.
Se agilizan los procesos administrativos, se reducen errores y se mejora la eficiencia operativa.
También disminuye el gasto operacional y se optimizan los recursos financieros.
Además, potencia el control sobre procesos y áreas específicas.
3) Los avances tecnológicos producen mejoras muy significativas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, gracias a la gran cantidad de información que se obtiene y procesa. También en la posibilidad de tener un mayor control sobre el estado de salud de cada paciente y realizar intervenciones preventivas oportunas.
La inteligencia artificial aporta especial valor agregado al sistema de salud, analizando grandes volúmenes de datos para detectar enfermedades en forma temprana, tomar mejores decisiones clínicas, optimizar recursos y personalizar la medicina (evaluando datos genéticos, clínicos y de estilo de vida de los pacientes).
4) La investigación médica también se ve favorecida al incrementar su capacidad de procesamiento y análisis de datos, colaborando en la identificación de patrones, la predicción de enfermedades y el desarrollo de nuevos medicamentos y tratamientos.
5) Mejora la experiencia de los pacientes, simplificando su registro y seguimiento, la programación de citas, la gestión de inventarios y la facturación. De igual modo, garantiza la interoperabilidad y el acceso a la información del paciente en tiempo real.
La telemedicina, por su parte, ayuda a monitorear a los pacientes después de su alta hospitalaria, disminuyendo las tasas de readmisión. Incluso, mediante el seguimiento remoto, se pueden identificar problemas de salud en etapas tempranas y tomar medidas preventivas antes de que se conviertan en emergencias médicas costosas.
Asimismo, contribuye a mejorar la eficiencia general del sistema, al reducir los tiempos de espera y agilizar el flujo de pacientes. Los médicos pueden atender a una mayor cantidad de personas en menos tiempo, al eliminar la necesidad de desplazarse físicamente y minimizar las interrupciones en la programación diaria. Esto permite una atención más rápida y oportuna, así como un uso más efectivo de los recursos.
El futuro de la salud es hoy
Las aseguradoras de la salud necesitan avanzar en procesos de transformación digital que les permitan responder a los desafíos y exigencias que plantea el contexto sanitario. Que les aporten la eficiencia y efectividad necesarias para mejorar la calidad de la atención médica, resguardando los recursos disponibles.
Para responder a este desafío, la plataforma Suite Conexia tiene un modelo integral que abarca todos los procesos principales de la gestión de la salud y se integra de forma parcial o total con los entornos tecnológicos preexistentes. Haga clic para conocer nuestra solución.
Cuando la automatización y digitalización de procesos esté en marcha y comience a evidenciarse su impacto positivo, será muy difícil concebir una vuelta atrás.
